El Ambiente Preparado es todo espacio en el que el niño se desenvuelve y no está limitado a los espacios educativos. El Ambiente Preparado contempla el espacio físico y psíquico, donde los adultos buscamos adaptar a las necesidades y características propias del desarrollo de los niños y niñas el ambiente dónde estos se desenvuelven.
Entendiendo lo anterior es que queda claro que podemos tener un Ambiente Preparado en casa, y que para ello no es estrictamente necesario comprar nuevas cosas sino que podemos adaptar lo que tenemos, tampoco es necesario que seamos guías Montessori para hacer adaptaciones en el hogar que favorezcan el desarrollo de nuestros hijos e hijas. Si que es necesario observar y entender las características y necesidades de nuestros pequeñ@s.
Estas adaptaciones las podemos hacer en casa y en este blog te daremos 10 ideas claves:
Lo primero es saber en qué etapa se encuentra mi hijo o hija. ¿Qué edad tiene? ¿se sienta, gatea, camina? ¿En qué plano de desarrollo se encuentra? ¿Qué actividades suele realizar? ¿Qué tendencias observo en mi hijo/a?, etc.
Para resolver estas preguntas podemos consultar la literatura, pero muy importante es Observar a nuestros hijos e hijas.
Lo siguiente es tener en cuenta el contexto familiar, es decir, considerar todos quienes habitan en el hogar, ¿Conviven más niños? ¿Hay adultos mayores? ¿Existen animales en el hogar? ¿Qué espacios tanto físicos como emocionales se comparten?
En un Ambiente Preparado todo es accesible, bello, limpio, ordenado, fácil y práctico. Sobre todo con una sensación de calidez de hogar utilizando la estimulación (no sobreestimulación, entendiéndose como un exceso de objetos y decoraciones).
Es importante fijarse en los colores, en luz natural y en la artificial, pues hay algunas que invitan a la calma y otras a la actividad; tener en cuenta las decoraciones y objetos que incluimos en casa, por ejemplo las artesanías y cosas hechas a mano son una buena idea pues son llamativas para los niños y niñas.
Luego de revisar y considerar los primeros tres puntos debemos preguntarnos ¿Qué es lo que sí tengo? pues este es el punto de partida, ya que Ambiente Preparado no es sinónimo de Materiales Montessori. Lo primero es evaluar qué de lo que tengo me sirve y puedo adaptar a las necesidades que observa en mi hijo/a.
Recomendamos concentrarnos en habitaciones o espacios de la casa, de esta forma nos planteamos metas reales y fáciles de lograr. Para ellos es necesario ver qué quiero lograr y que dificulta el logro de aquello, por ejemplo, si quiero fomentar la autonomía (que es justamente lo que promueve el Ambiente Preparado) voy a ir mirando si la manera en la que tengo la cocina favorece el desarrollo la autonomía en mi hijo/a. ¿Logra alcanzar los utensilios necesarios? ¿Están los armarios ordenados de forma que pueda ver qué hay en ellos? ¿Alcanza el lavaplatos?, etc.
Así continuamos con diferentes espacios de la casa como el cuarto del baño, la sala de estar, el armario de la habitación, el lugar de descanso, el jardín, etc.
Es importante adecuar el espacio o parte de él, al tamaño y habilidades de los niños que conviven en ese espacio. En lo posible que los muebles se encuentren a su altura o en caso que no podamos hacerlo tener un piso que eleve su altura y pueda alcanzar y utilizar las estanterías.
Incluir por ejemplo una silla en la que puedan sentarse apoyando sus pies en el suelo, lugar donde puedan almacenar, tomar y luego volver a guardar sus cosas (cajón, armario, estantería, etc)
Si el niño depende de las personas adultas para poder alcanzar sus libros, o materiales/ juguetes, siempre va a estar a merced de su disponibilidad.
Otro punto importante son las paredes, pues a veces están repletas de cosas, lo que cansa muchísimo a los niñ@s, es importante la estimulación pero evitando la sobreestimulación. En este sentido, menos es más.
Los juguetes son un punto importante, pues invitan a desarrollar diferentes habilidades en los niños y niñas, tanto habilidades motoras y motrices como la imaginación, pensamiento, lógica, entre otras.
Es necesario preguntarse ¿Tengo juguetes en un baúl? esto es algo que nos suele ocurrir, sin embargo, es muy difícil que esto invite al orden, a tomar conciencia de la secuencia qué hay, dónde va una cosa u otra, por ejemplo cuando queda un espacio vacío en una estantería el niño o niña sabe qué es lo que va allí y dónde debe ponerlo.
Si queremos ser más minuciosos ¿qué juegos tenemos en casa?. Los espacios Montessori son minimalistas, tienen lo justo y preciso para permitirle al niño crear y traer otras cosas al ambiente. Por ejemplo, en una estantería puedo organizar con él o ella, dependiendo de la edad, con propuestas de las preferidas a las menos preferidas o por dificultad. En una escuela Montessori el orden va de izquierda a derecha y de arriba a abajo de lo más concreto a lo más abstracto.
¿Qué libros tengo en casa? ¿Son adecuados al nivel de desarrollo de mi hijo o hija? ¿Cómo los tengo ordenados? Suele ocurrir que los libros en el hogar están apilados en una estantería tal como si fuese una biblioteca universitaria y lo que necesitan los niñ@s es tener a su alcance los libros, pero que puedan ver las portadas y saber que eso (los libros que están en la estantería) se puede ir cambiando. Es bueno hacerlos partícipes de estos cambios en los espacios del hogar, y en el caso de los libros invitarlos a elegir cuales de todos los libros que hay puedan elegir guardan en estanterías y cuales estarán en otro sitio y saber que eso va rotando.
Otras consideraciones que se pueden tener son la temperatura, el tipo de luz, aromas, etc.
No sirve que tenga mi hogar preparado para el niño si yo como adulto no estoy habitando en esta toma de conciencia, en este reencuentro conmigo mismo/a, cómo priorizo mi día a día, cómo me organizo.
Por ejemplo, si vamos atrasados al colegio, efectivamente le voy a poner la chaqueta y zapatos a mi hijo porque debo llegar a trabajar, entonces no es que estas cosas se deban hacer así cada día, pero sí cómo yo voy a ir generando una actitud hacia la vida diferente. Los espacios de autonomía se van conquistando.
Lo ideal es utilizar objetos y materiales reales, de verdad, es decir, utilizar madera, acero, cerámica, cristal, vidrio.
Siempre utilizar objetos reales, evitar situaciones como por ejemplo tomar el té en tacitas pequeñas y de “juguete”, sino que tengan para preparar la infusión, tazas de verdad, usar agua caliente, etc. Lo importante es que siempre el límite es la seguridad.
Otro ejemplo es que si van a exprimir una naranja pues lo hagan con utensilios que realmente le permitan al niño/a cortar la naranja y exprimirla, no le sirven cuchillos que no corten, etc.
Utilizar objetos/utensilios reales adaptados al tamaño de sus manos.